Metodología SMART: mejora los objetivos de tu empresa

La metodología SMART es una de las herramientas de gestión más interesantes y eficientes en el medio corporativo. En efecto, estructurar una buena estrategia de negocios depende significativamente de la definición de metas y objetivos realistas.

Básicamente, tener presente los retos organizacionales considerando diferentes horizontes de tiempo permite vislumbrar las actividades de los equipos de trabajo y fomentar el alcance de los resultados esperados.

Si deseas obtener más detalles sobre la metodología SMART, ¡has llegado al mejor lugar!

En los próximos párrafos, encontrarás abundante información como:

  • Importancia estratégica de los objetivos en el medio corporativo.
  • Definición y relevancia de la metodología SMART.
  • Dinámica de definición de metas y objetivos SMART.
  • Ejemplos de aplicación.

¡Lee atentamente nuestro artículo para profundizarte en el tema!

Importancia de la definición de objetivos en un negocio

En el mundo empresarial, definir objetivos es un punto esencial en cualquier plan de negocios.

Esto se debe a que las metas y retos funcionan como una brújula que orienta a los colaboradores, líderes y empresarios rumbo al camino más eficiente y con menos obstáculos.

De esta manera, podemos maximizar la probabilidad de alcanzar los resultados estratégicos, tener éxito en el giro y mejorar el posicionamiento de una marca ante la competencia.

En lo concerniente a los posibles obstáculos, debemos señalar que las empresas están expuestas a potentes influencias externas e internas. Por ello, un cambio mínimo en sus acciones echando la planificación a un lado puede afectar su funcionamiento y desempeño acarreando grandes pérdidas tanto mercadológicas como financieras.

Así pues, contar con herramientas que dirijan los esfuerzos de los equipos de trabajo y ayuden a definir las actividades clave para conquistar buenos resultados configura una condición básica para la supervivencia en el mercado.

Es importante señalar que los objetivos no son estáticos. Al contrario de lo que muchos gestores y empresarios creen, la definición de objetivos no limita el campo de acción ni las líneas estratégicas de una empresa.

De hecho, reflexionar periódicamente acerca de los objetivos es una actitud muy saludable principalmente si consideramos la extremada volatilidad del mercado.

Por lo tanto, redefinirlos y ajustarlos a medida que ocurren cambios en el contexto corporativo y en las condiciones externas configura una dinámica positiva y demuestra que la organización está pendiente de las novedades y oscilaciones en su rubro.

Asimismo, la renovación de los retos permite que la empresa se mantenga al día con las demandas emergentes y alinee su estrategia con las modificaciones en el perfil de consumo de sus clientes.

Dicho esto, queda clara la necesidad de plantear objetivos y metas que impulsen la obtención de mejores resultados y permitan a las empresas replantear su modelo de negocio de ser requerido.

Para ayudarte a ampliar la perspectiva acerca de la relevancia de los objetivos y metas, a continuación, presentamos los beneficios más notables de estructurarlos considerando los escenarios micro y macro:

Unifica los esfuerzos del grupo hacia una misma dirección

Fíjate cuán complejo sería lidiar con los colaboradores si la empresa no contara con objetivos muy bien definidos. Probablemente, el grupo humano actuaría de forma anárquica, lo que resultaría en una potente pérdida de recursos como tiempo y dinero, ¿no es cierto?

Cuando la empresa establece objetivos, promueve el trabajo en equipo orientado hacia el alcance de los resultados esperados evitando de este modo que los profesionales emprendan actividades innecesarias o gestionen su tiempo de modo deficiente.

Permite identificar prioridades

Una empresa sin objetivos no tiene como establecer su agenda de prioridades.

Por ejemplo, al no fijar adecuadamente los objetivos tanto estratégicos como operativos y tácticos, los colaboradores no identifican cuáles actividades se vinculan al core de negocios y cuáles son secundarias.

Esto, a su vez, minimiza la probabilidad de que los trabajadores pongan en marcha las actividades de forma correcta y prioritaria, así como contribuyan al éxito del negocio.

La definición de retos permite estructurar una agenda de actividades de modo que los colaboradores puedan centrar su atención a las actividades primarias, relevantes y que efectivamente aportan valor a los procedimientos internos.

Favorece la comunicación

La definición de metas y objetivos favorece la comunicación. Para entender su impacto positivo, basta con recordar las reuniones de trabajo. Cuando el gestor presenta un proyecto e informa sus objetivos, los equipos logran entender lo que la empresa espera tanto en términos de desempeño como de resultados.

Además, la definición de retos abre espacio para el abordaje de otras cuestiones como:

  • Plazos
  • Entregas
  • Procedimientos
  • Resultados deseados

O sea, la estructuración de objetivos favorece la comunicación y viabiliza el diálogo, algo esencial para la productividad, el compromiso y la satisfacción de los equipos de trabajo.

Incluso, la mejora en la comunicación es una de las grandes ventajas de las herramientas de colaboración en la nube. Al utilizarlas, los gestores pueden informar los objetivos de forma fluida y sin ruidos, asegurando que todos los integrantes conozcan las intenciones de la empresa y puedan emprender sus actividades en pro del alcance de buenos resultados.

Así pues, vemos a la tecnología de la información y comunicación (TIC) como una gran aliada de la metodología SMART y de las estrategias corporativas, pues favorece la creación y difusión de los objetivos, en especial, cuando el proceso implica la participación de varios profesionales.

Potencializa la toma de decisiones

Cuando se conocen los objetivos de un negocio, podemos tomar decisiones y elegir soluciones que optimicen su alcance al paso que es posible evitar las medidas menos eficientes y más arriesgadas.

Se observa que la definición de retos impacta directamente en la calidad de la gestión corporativa y contribuye a que los equipos trabajen y desarrollen sus actividades siguiendo cronogramas operativos y tácticos que viabilicen la obtención de resultados.

Pero, es fundamental tener en cuenta que la efectividad de los objetivos y metas corporativas depende de la forma en que se definan.

Bajo esta perspectiva, la metodología SMART consiste en una excelente medida principalmente para promover la definición de metas y retos acorde con el contexto y con las perspectivas del negocio.

¿Qué es la metodología SMART?

Una organización necesita dirigir su crecimiento de modo organizado. Para eso, nada mejor que contar con el método SMART.

En esencia, la metodología SMART de objetivos permite que la empresa tenga consciencia del camino que debe seguir y qué necesita hacer para alcanzar los resultados deseados, evitando así confundirse con la gran cantidad de procesos y diluir el propósito principal para cuidar de tareas periféricas o secundarias.

Así pues, la definición de retos y metas permite poner en primer plano las prioridades corporativas y buscar estrategias eficientes para alcanzarlos con éxito. Pero, al fin y al cabo, ¿cómo funciona la SMART metodología?

La metodología SMART es una herramienta que ayuda a las personas y empresas a definir metas siguiendo una dinámica clara y realista. Por lo que funciona de forma análoga a un checklist permitiendo que los líderes y ejecutivos reflexionen, verifiquen y evalúen cada objetivo.

Podemos clasificarlos como elementos cuantitativos que deben establecerse a fin de promover la simplificación de los procesos y la efectividad de las acciones corporativas.

SMART: Entiende el significado de cada letra

El acrónimo inglés SMART reúne las primeras letras de las características esenciales de los objetivos y metas organizacionales:

Specific

Al definir los objetivos empresariales, es fundamental tener conciencia del resultado que se desea obtener, o sea, debemos establecer retos específicos. Incluso, cuanto más específico sea, más fácil será de entenderlo y, por consiguiente, alcanzarlo.

Ante esta característica, queda claro que no debemos considerar objetivos muy amplios como “tener éxito”, puesto que al ser general, no indica un norte ni los resultados deseados.

De esta manera, el responsable de definir objetivos necesita especificar exactamente lo que debe alcanzarse.

Measurable

Además de ser específicos, los objetivos y metas empresariales deben ser mensurables o cuantificables. Esta característica viabiliza que los gestores puedan medir su evolución conociendo los resultados numéricos o porcentuales, demostrando de este modo, si la empresa está logrando alcanzar sus retos.

Achievable

Otro punto importante es que los objetivos necesitan ser alcanzables. Sin dudas, pretender los mejores resultados es indispensable para que la empresa pueda crecer en su rubro.

Sin embargo, definir metas imposibles no es el camino más adecuado, pues cuando son extremadamente difíciles de alcanzarse, pueden ocasionar problemas en la productividad de los colaboradores y, por ende, afectar su rendimiento y satisfacción.

De esta manera, lo ideal es definir elementos desafiantes que sean posibles de alcanzarse. Esto mantendrá el equipo motivado y comprometido, contribuyendo de este modo con el alcance de resultados favorables al negocio.

Realistic

Es disfuncional establecer metas que no contribuyan con el crecimiento del negocio o sean tan superfluas al punto de interferir en su eficiencia tanto interna como externa.

Mirando bajo esta perspectiva, los objetivos deben ser relevantes para el entorno estratégico de la organización.

Para lograrlo, es imprescindible que la empresa alinee sus retos con su contexto actual y con sus proyecciones, promoviendo así la estructuración de elementos realistas y con un gran potencial de cumplimiento.

Time based

Por último, tenemos la característica que recalca la importancia de definir objetivos y metas considerando un horizonte de tiempo. De hecho, establecer el período en el que deben cumplirse fomenta la clasificación de prioridades, estructuración de procedimientos y puesta en marcha de acciones que viabilicen su cumplimiento.

Por lo tanto, el método SMART es una herramienta cuya principal finalidad es fijar objetivos específicos, mensurables, alcanzables, relevantes y delimitados en un horizonte de tiempo.

¿Para qué sirve la metodología?

Luego de presentar la esencia de la metodología SMART, ha llegado el momento de mencionar las principales razones que estimulan la utilización de la herramienta en las organizaciones:

Optimiza la gestión de tiempo

Uno de los motivos que impulsa la utilización de esta herramienta es la economía de tiempo. Al usarla, los equipos pueden planificar acciones más efectivas tanto en términos estratégicos como organizacionales, potencializando la probabilidad de conquistar los resultados deseados.

Fomenta la competitividad

Una empresa competitiva necesita unificar y organizar sus grupos de trabajo no solo para poner en marcha sus procedimientos internos, sino también para conocer su público objetivo, analizar sus necesidades y exigencias.

Al usar la metodología, podemos centrarnos en el cliente desarrollando medidas que optimicen su vínculo con el público y, por ende, promuevan la fidelización.

Además, la definición de objetivos y metas SMART permite acompañar indicadores (Key Performance Indicators, KPIs) que realmente añadan valor a las decisiones y estrategias corporativas.

Incentiva la creatividad

Cuando nos reunimos o simplemente dedicamos tiempo a la estructuración de objetivos SMART, estimulamos la creatividad al paso que podemos poner en orden nuestros pensamientos acerca de un determinado elemento.

Por ejemplo, si tu objetivo es aumentar en un 20% los ingresos derivados de las ventas de prendas deportivas en el próximo mes, tendrás que planificar una excelente estrategia para alcanzarlo.

Incluso, es interesante tener un plan B que pueda ponerse en práctica en una situación de emergencia, que demande más esfuerzos creativos.

Facilita la detección de deficiencias

Al adoptar la herramienta, los líderes definen objetivos para cada integrante de su equipo.

Luego, en el caso de uso indebido de recursos, deficiencias en la entrega o problemas productivos, el gestor puede encontrar rápidamente el colaborador responsable de cumplir el objetivo, verificar la situación y ayudarlo a subsanar el problema.

Considerando todos los aspectos señalados en este apartado, podemos decir que la metodología SMART contribuye con el desarrollo de una empresa, ya que los líderes, ejecutivos y/o empresarios que se involucran en el proceso logran conocer a detalle el modelo de negocio.

En consecuencia, adquieren una visión holística e integrada de su contexto interno y externo que les permitirá predecir eventos, atender demandas emergentes y optimizar su gestión.

¿Cómo construir tus propios objetivos SMART?

Al llegar hasta aquí, debes tener claro que la fijación de metas y objetivos SMART debe considerar las particularidades estratégicas del negocio.

De hecho, ahora que conoces abundante información sobre esta poderosa herramienta corporativa, te encuentras listo para aprender las formas más eficientes de llevar a cabo el proceso de definición. ¿Vamos?

Reconsidera la misión y la visión

Antes de iniciar el proceso de estructuración de los objetivos y metas SMART, es esencial conocer minuciosamente tanto la misión como la visión de la empresa. Por lo general, estos puntos forman parte de la planificación estratégica corporativa.

A partir de esa información, estás listo para empezar a pensar sobre las metas más interesantes para tu negocio, así como en los planes de acción más efectivos para cumplirlas a rigor.

Vale destacar que la misión indica la razón de ser del negocio y la visión muestra cuál es el objetivo a largo plazo. Al tener presente estos principios, puedes fijar metas que efectivamente contribuyan al alcance del reto principal.

Seguramente en tu empresa esto está más que definido, así que solo es necesario garantizar que los conceptos se alinean con en entorno actual.

Enfócate hacia lo que realmente importa

Como señalamos anteriormente, es común que la cantidad de actividades, procedimientos y tareas genere cierta confusión tanto en el ámbito estratégico como táctico y operativo.

Para evitar este inconveniente, lo ideal es que la definición de objetivos también considere los aspectos prioritarios de la empresa, incluso, su panorama actual. En definitiva, esto ayuda a solucionar los problemas más serios, así como a conquistar los resultados que son indispensables para el crecimiento sólido y progresivo del negocio.

Detecta los puntos fuertes y débiles

Otro aspecto esencial para alinear los objetivos SMART con la estrategia corporativa es identificar a detalle los puntos débiles y fuertes del negocio.

Conocer estas características permite entender lo que se necesita explotar y los aspectos que demandan una reestructuración con la finalidad de promover mejores resultados.

De hecho, la identificación de puntos débiles no es una sentencia de incumplimiento o deficiencia estratégica/operativa. Cuando encontramos problemas, es posible trabajar en pro de su corrección de modo que no perjudique el desempeño y los resultados empresariales.

Asimismo, los factores positivos o fuertes pueden indicar cuáles elementos pueden ser más explotados teniendo en mente la optimización del desempeño del negocio.

No desestimes la colaboración

En el momento de definir los objetivos y metas SMART, incluye a los trabajadores delegando funciones y responsabilidades. De esta manera, es posible optimizar su compromiso y motivación para cumplir con los retos corporativos, una vez que las personas se sienten parte del proceso.

En efecto, es el momento ideal para mostrar la importancia del compromiso de cada funcionario con el alcance de los objetivos empresariales. Al trabajar de este modo, aumentamos la probabilidad de que las personas actúen de forma proactiva y ejecuten sus actividades con interés y entusiasmo enfocando en los resultados.

Presta atención en las características del método

El método SMART permite focalizar las metas teniendo en cuenta los objetivos iniciales, acompañándolos de cerca y considerando su alteración justamente para incrementar la probabilidad de que la empresa alcance los resultados deseados.

Para que los objetivos dirijan los esfuerzos al punto de promover el éxito de la empresa en su rubro, es indispensable considerar sus 5 características esenciales, analizar su efectividad a lo largo del tiempo y modificarlos cuando amerite.

Recuerda que la consideración de estas características es la base de la metodología y que echarlas a un lado significa mitigar las oportunidades del negocio en el mercado.

Como ves, establecer objetivos y metas SMART es una tarea que demanda atención y, generalmente, requiere un abundante flujo informativo, principalmente cuando se definen retos financieros.

Ejemplos de la aplicación de la metodología SMART

A menudo, vemos una gran cantidad de gestores considerando la generación de crecimiento y negocios como objetivo único, sin embargo, este es un reto muy amplio.

Así pues, la alternativa más eficiente es dividirlo en objetivos menores que puedan alcanzarse, determinado el período de tiempo y considerando las particularidades del momento de cada empresa.

A continuación, conoce de la metodología SMART ejemplos que pueden servirte para optimizar el proceso de definición de retos en tu empresa:

Aumentar las ventas

Si deseas aumentar el volumen de ventas de tu negocio, es importante que pongas en la balanza las características SMART. Así, por ejemplo, puedes estructurar un ejemplo tan específico como el siguiente:

  • Elevar el volumen de ventas de los jugos cítricos en un 10% en los siguientes 30 días y, así, mejorar los ingresos corporativos.

Fíjate que al establecer el objetivo has considerado:

  • Productos que necesitan incrementar su volumen de ventas
  • Porcentaje deseado
  • Reto realista
  • Horizonte de tiempo
  • Relevancia estratégica

Por lo tanto, el ejemplo de objetivo ha abordado las 5 dimensiones del método SMART posicionándose así como un reto potencialmente realizable.

Desarrollo de un curso

Si quieres establecer un objetivo que abarque la realización de un curso, puedes definirlo de la siguiente manera:

  • Realizar un curso que amplifique el conocimiento de los asesores de ventas sobre la tecnología X de modo que puedan mejorar su atención al cliente en un 25% hasta el próximo trimestre.

De la misma manera que en el caso anterior, el reto es específico, pues abarca apenas un determinado público.

Asimismo, es mensurable, aplicable durante un determinado período de tiempo, realista y alcanzable.

¡Muy bien, hasta aquí hemos llegado!

Al finalizar la lectura de nuestro artículo, esperamos que hayas entendido los principales aspectos sobre la metodología SMART y tengas claro que aplicarla en el cotidiano del negocio no solo fomenta la correcta realización de las actividades internas, sino que optimiza la relación con los clientes y con otros stakeholders.

Por lo tanto, comienza una nueva era en tu empresa adoptando la metodología SMART y siguiendo los consejos mencionados.

Al considerar la metodología SMART y nuestras orientaciones, aumentarás la probabilidad de conquistar los resultados esperados en las 3 esferas organizacionales (estratégica, táctica y operativa) y, así, alcanzar un mejor posicionamiento ante la competencia.

Si te ha gustado nuestro post, te recomendamos que profundices tus conocimientos sobre los pasos más eficientes para crear una estrategia de negocios leyendo el siguiente contenido: “¿Cómo construir una estrategia de negocios?”.

 

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