
Metodología Zero Trust: por qué es una gran herramienta de mitigación de riesgos
Ante un contexto de creciente sofisticación de las amenazas cibernéticas, estructurar medidas de protección que eviten ataques a los datos organizacionales se ha convertido en un punto clave de continuidad. ¡Esta es la función del modelo Zero Trust Network Access!
También llamada Zero Trust, esta metodología sirve para fortalecer la seguridad de la información de un negocio, pues echa por tierra la confianza implícita mediante la imposición de la autenticación estricta en toda la red.
En nuestro artículo, centramos la atención en este tema en virtud de la importancia de esta arquitectura de seguridad para las organizaciones modernas, principalmente porque minimiza las vulnerabilidades derivadas de la confianza excesiva en individuos o dispositivos.
¡Continúa leyendo para aprender más sobre la metodología Zero Trust!
¿En qué consiste el modelo Zero Trust?
Traducido al español como “Confianza cero”, el modelo fue usado por primera vez en 2010 por un analista de Forrester Research. La difusión del concepto, así como su relevancia, ocasionaron el interés de Cisco y Google al punto de adoptarlo poco tiempo después.
El método Zero Trust consiste en una estructura de seguridad que sugiere que ningún usuario, incluso los individuos que tienen permiso y la usan regularmente, es 100 % confiable.
Esta perspectiva parece exagerada, ¿verdad? Sin embargo, cuando consideramos las exigencias y normativas de los entes que regulan el tratamiento de datos y la necesidad de salvaguardar datos confidenciales del negocio, este cuidado se transforma en una acción plausible.
Así pues, partiendo de la premisa de que ningún usuario es confiable y de que una violación es inevitable en la mayor parte de los casos, la identidad y la autenticación del dispositivo son necesarias en toda la red y no únicamente en el perímetro.
Al limitar el acceso a cada segmento de una red o equipamiento y asegurar la integridad de cada etapa de una interacción digital, logramos mitigar la probabilidad de que un hacker acceda a la información corporativa y de los públicos con los que la empresa se relaciona.
Para eso, el Zero Trust abarca:
- Amplio monitoreo de seguridad.
- Controles de acceso granulares fundamentados en riesgos.
- Automatización coordinada de la seguridad del sistema en toda la infraestructura.
Las medidas señaladas supra tienen la finalidad de enfocar en la protección de activos críticos en tiempo real bajo un contexto de amenazas dinámico.
Como se trata de un modelo de seguridad basado en datos, permite que el concepto de acceso con mínimos privilegios se aplique en todas las políticas de contacto con los datos, permitiendo o negando el acceso mediante la consideración de una serie de factores.
Importancia de la metodología Zero Trust en el contexto actual
De acuerdo con la investigación “The Global Cybersecurity Outlook 2022”, realizada por el Foro Económico Mundial, con la consolidación de la economía digital, se ha registrado un aumento importante en el número de delitos cibernéticos a nivel global.
En efecto, solo el secuestro de datos conocido como ransomware, una potente amenaza contra la seguridad de los datos tanto individuales como corporativos, ha presentado un incremento de 151 % en el 2021.
El reporte también indica que cada empresa sufrió, en promedio, 270 ataques cibernéticos, aproximadamente un 31 % más que en 2020.
En cuanto al impacto financiero, cada ataque exitoso cuesta USD 3.6 millones y puede tardar hasta 9 meses en suprimirlo, generando así costos añadidos.
En lo concerniente al panorama latinoamericano, no difiere en términos de gravedad.
Según el informe “Panorama de Amenazas en América Latina 2021” de Kaspersky, en 2021 hubo un incremento del 24 % en el número de ciberataques en la región, siendo la piratería y el teletrabajo los principales vectores de ataque.
Dicho esto, queda claro que implementar medidas de contingencia que restrinjan la acción de agentes malintencionados consiste en una necesidad expresa tanto en términos de atención y cumplimiento de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares como de credibilidad ante el mercado.
En ese contexto, la adopción de un modelo Zero Trust surge como una alternativa ideal para adaptarse al creciente número de ciberamenazas y resguardar la información que gestionan las empresas.
Principales características y principios de la metodología
Uno de los atractivos más notables del nuevo paradigma se refiere a la seguridad perimetral. Mientras que el panorama convencional separa las zonas de confianza —usuarios confiables y usuarios no confiables— y depende de VPN, firewalls y gateways, este mecanismo implica desconfiar tanto de las máquinas como de las personas.
Por lo cual, gobernar el acceso y la manipulación de los datos por parte de los usuarios es un punto clave para el éxito, pues evita la pérdida de datos, el robo o rapto de la información, así como su uso indebido.
Teniendo en cuenta lo que dijimos anteriormente, es nítido que el enfoque del Zero Trust reduce la exposición e incrementa el cumplimiento legal y de las políticas de TI, pues asegura el acceso a la infraestructura únicamente para los individuos habilitados.
A continuación, conoce otras características igualmente relevantes de este modelo:
- Atiende una amplia superficie de ataque, cubriendo usuarios, recursos, redes y endPoints.
- Promueve la implementación segura de soluciones móviles y Cloud.
- Aporta un marco para gestionar el riesgo inherente a la exposición de sistemas sensibles.
- Permite detectar un riesgo inminente derivado de un comportamiento anormal que, ante los métodos manuales, pasaría desapercibido.
- Optimiza la satisfacción, así como la productividad de los usuarios al asegurar que se ejecutan los controles adecuados para mitigar riesgos sin la necesidad de imponer medidas severas y control estricto de la actividad de los colaboradores;
- como no tiene enfoque en recursos o silos, demanda menos administración, competencias y costos.
De este modo, pues, de sus características derivan los siguientes principios:
1. Debemos desconfiar de todos los usuarios de una red
Se entiende que es una medida extrema, sin embargo, optimiza el nivel de protección de los datos evitando acciones maliciosas como rapto y robo de la información.
2. Una red nunca está libre de amenazas
El sentido de urgencia en proteger la información debe ser una constante en las organizaciones.
Ante esta perspectiva, la inminencia de ataques tanto internos como externos debe impulsar las prácticas preventivas típicas del Zero Trust.
3. Todos los usuarios deben ser autorizados
Básicamente, este principio deriva de los anteriores, pues frente al ambiente hostil y a las amenazas potenciales, es imprescindible adoptar medidas que garanticen la identidad y autorización de acceso de los usuarios.
Asimismo, el Zero Trust incorpora acciones de autenticación del flujo de red y de cada dispositivo, justamente con el afán de incrementar la seguridad de la información.
4. La localización de la red no incide en el nivel de confianza
Esto significa que el modelo no aporta confianza implícita a los sistemas a raíz de su ubicación de red o física, por lo que necesita de una autorización continua, más allá de la localización de la solicitud.
5. Las políticas deben actualizarse regularmente
Como dijimos supra, las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, por ende, difíciles de detectar, evitar y enfrentar.
Para optimizar la seguridad y minimizar la incidencia de ataques, el Zero Trust supone un intenso y profundo trabajo en cuanto al uso de fuente de datos y al desarrollo de estrategias de prevención frente a las nuevas amenazas virtuales.
Por lo tanto, la actualización de las políticas debe ejecutarse periódicamente identificando puntos críticos no atendidos, medidas que pueden haber caído en la obsolescencia y otros aspectos.
Diferencias entre el Zero Trust y otras técnicas de seguridad informática
En primer lugar, centrémonos en que el modelo de confianza cero parte de la premisa de que todo usuario es sospechoso y todo dispositivo o red es insegura, situación opuesta a lo que ocurre con los abordajes tradicionales en el que cualquier elemento puede ser confiable.
El Zero Trust favorece la protección, pues reúne un conjunto de tecnologías, políticas y medidas que fortalecen la barrera a los fraudes y otras amenazas potenciales.
En consecuencia, la empresa reduce la complejidad de la arquitectura, minimiza los problemas del negocio inherentes a la fuga de datos, a las brechas en el sistema y legales, puesto que evita posibles acciones jurídicas a raíz de raptos o robos de datos.
En cuanto a las otras estrategias de seguridad, suelen no ser tan abarcativas y dirigidas a la prevención bajo diferentes frentes, por lo que puede acarrear ciertas limitaciones, ya sea por la demora en actualizarse o por los costos involucrados.
En este sentido, además de recalcar las eficiencias técnicas del modelo en cuestión, es importante mencionar que presenta un excelente costo-beneficio en comparación con las otras alternativas.
Vale la pena reflexionar que tanto el acceso como la seguridad corporativa son complejos y dinámicos, y que blindarlos de ataques cibernéticos a través de las tecnologías tradicionales requiere tiempo —al menos, algunos días— y puede demandar una expresiva inversión de capital.
Al introducir el Zero Trust a la realidad empresarial, es posible ahorrar dinero no solo por mitigar inconvenientes, sino también por reducir las necesidades de componentes de software y hardware.
Los 4 mejores consejos para aplicar el Zero Trust en tu empresa
Estamos casi finalizando nuestro contenido, pero no podíamos terminarlo sin aportarte los tips más relevantes para incorporar el modelo en cuestión con total eficiencia.
Implementar este modelo de seguridad puede parecer un gran desafío y, de hecho, puede ser difícil cuando lo intentas sin el apoyo de expertos.
No obstante, al ampararte en el conocimiento y orientación de un partner tecnológico de primera línea y conocer buenas estrategias de adecuación, puedes manejar esta situación con mucha más fluidez y conocimiento de causa.
¡Muy bien, vamos a lo que interesa!
1. Conoce los elementos de tu arquitectura
Conocer a detalle cada componente de tu arquitectura permite identificar 3 aspectos clave:
- Principales recursos
- Riesgos peligrosos e inminentes
- Vulnerabilidades
Dominarlos es fundamental para implementar el Zero Trust con la máxima fiabilidad y eficiencia, enfocando las acciones hacia puntos que realmente demandan la atención, empeño y capital de tu organización.
2. Considera y respeta los bloques de construcción
Inicialmente, debes verificar el usuario llevando las acciones de identidad al siguiente nivel. No basta con solicitar usuario y contraseña para alcanzar un buen nivel de confianza, puesto que un tercero malintencionado puede, por ejemplo, comprar las credenciales en la dark web.
De este modo, debes reforzar la seguridad de las contraseñas mediante la autenticación multifactor, MFA, que considera detalles acerca del usuario.
Luego, es necesario verificar el dispositivo asegurando que los controles preventivos se extiendan hasta el endPoints. Esto te ayudará a corroborar la fiabilidad del aparato.
Para autenticar el dispositivo, es necesario que un usuario verificado solicite el reconocimiento de su equipamiento.
En tercer lugar, debes limitar tanto el acceso como los privilegios —principalmente administrativos—, pues los malintencionados suelen dirigirse a los usuarios con este perfil para controlar los sistemas corporativos.
Esto implica restringir el movimiento lateral en las estaciones de trabajo, servidores y otros recursos mediante la limitación del acceso a los datos, teniendo en cuenta el puesto y las demandas informativas del colaborador.
El siguiente bloque abarca el aprendizaje y la adaptación de las máquinas por medio del envío de un conjunto de datos que nutra el sistema y fomente el reconocimiento automático de comportamientos de herramientas ajenos a lo común. Este es el caso del intento de acceder al sistema desde una localización diferente y otras actividades potencialmente sospechosas.
3. Evalúa la calidad de los dispositivos, así como el comportamiento de los usuarios
Tener en cuenta la salud de los servicios y dispositivos al paso que prestas atención en el comportamiento de los usuarios son medidas muy relevantes y desempeñan como potentes indicadores para establecer la confianza en la seguridad de los sistemas.
Asimismo, verificar de modo regular la eficiencia y el diferencial de cada componente sirve para actualizar políticas y promover los cambios que ameriten en las dinámicas de protección, considerando el avance de las amenazas.
4. No confíes en ninguna red
En esencia, en este punto recalcamos un punto que hemos abordado a lo largo de todo el contenido: ninguna red es fiable, inclusive la de tu negocio.
En virtud de las acciones maliciosas, es necesario cuidar cada paso que emprendemos en la red.
Así pues, es imprescindible que las comunicaciones utilicen un protocolo de transporte seguro, garantizando que los datos se encuentren protegidos mientras ocurre su flujo y, por ende, sea menos susceptible a amenazas.
¡Hasta aquí hemos llegado!
En definitiva, el modelo Zero Trust se ha convertido en una estrategia de seguridad extremadamente reconocida en el mercado a causa de su enfoque preventivo, de su premisa negativa que orienta las prácticas hacia la raíz de los inconvenientes y de su excelente costo-beneficio.
En efecto, el apoyo de una plataforma SASE que reúna servicios de red con el enfoque Zero Trust integrada al acceso de dispositivos y usuarios marca la diferencia en el entorno de seguridad de los datos corporativos.
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