
Entrevista Alberto Rodríguez, coordinador técnico
Alberto estaba acostumbrado a vivir viajando para realizar labores de mantenimiento y evoluciones de los sistemas principalmente para ACTREN y Talgo. Y cuando es necesario también responde a las incidencias de clientes a miles de kilómetros como Siteur o Bombardier en México. Como coordinador técnico es el encargado de responder a las incidencias o realizar los evolutivos de los sistemas en el interior de los propios trenes. Continúa haciéndolo, aunque sin trasladarse de provincia y, ahora con una mayor disponibilidad de trabajar en los propios trenes, en su mayoría con restricciones de movilidad por la crisis del COVID-19.
Me comentabas que tu trabajo requiere múltiples desplazamientos y que ahora con la crisis sanitaria se han reducido notablemente
Así es. Estaba habituado a constantes desplazamiento. Soy coordinador técnico del negocio de embarcado y los principales proyectos que atiendo son de mantenimiento y evolución de sistemas para Actren y Talgo. Así que mi vida laboral transcurría en continuos viajes a las instalaciones de estas dos empresas, lo que me obligaba a viajar a Galicia, Barcelona, Toledo o a desplazarme desde las oficinas de Ikusi en Getafe a otras zonas de Madrid.
Es un trabajo muy cercano al cliente con múltiples reuniones, incidencias y la necesidad de dar una respuesta rápida. El transporte es esencial y los trenes tienen que estar operativos. Desde Ikusi damos servicio a más de 100 trenes.
Sin embargo, mientras dura la crisis del coronavirus el transporte ferroviario ha descendido notablemente.
Es cierto. Pero hay que continuar realizando el servicio de mantenimiento. El momento actual tiene alguna ventaja. Antes era más difícil que el tren estuviera disponible para realizar las tareas de mantenimiento o para probar los sistemas, ahora no tienes más que pedirlo, ya que el 80% de la flota está parada.
¿Cómo se está desarrollando desde el punto de vista de la salud y de la seguridad tu trabajo?
Lógicamente adoptamos todas las medidas de seguridad utilizando mascarilla, guantes o gel desinfectante. En ese sentido, nos encontramos también con muchos menos trabajadores de los clientes en los talleres y en los propios trenes, con lo que podemos realizar nuestro trabajo guardando sin problemas la distancia de seguridad, cuando en una situación de normalidad los talleres de Actren y Talgo son un ir y venir constante de personas.
¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo?
Tenemos una relación muy estrecha con el cliente. Buscamos soluciones a sus necesidades de evolución tecnológica y de mantenimiento. Apoyándonos en los datos de los sistemas somos capaces de analizar cuáles son las principales incidencias, por qué ocurren, cómo se pueden solucionar… Y estamos avanzando en sistemas de mantenimiento remoto, ya tenemos un prototipo, para poder conectarnos directamente al tren de forma online sin necesidad de acudir físicamente a los talleres. El cliente agradece esta cercanía predisposición y reconoce nuestro trabajo. Y eso es muy gratificante.