El valor del rol financiero en la era de los datos y de la transformación digital de las compañías

La evolución y la incertidumbre son dos constantes en el mundo empresarial. Sin embargo, como humanos necesitamos certezas o, al menos, estrategias basadas en evidencias, y no solo en creencias o verdades indeterminadas, que nos guíen en nuestros quehaceres profesionales.

Precisamente, la digitalización, que se expande como una gota de aceite en el agua por todas las organizaciones, puede ser el elemento que estábamos esperando las personas que nos dedicamos al área financiera para ‘reinventar’ nuestro rol.

La digitalización está poniendo a nuestra disposición millones de datos que están impulsando una profunda transformación de nuestra actividad. En esta nueva realidad, el rol financiero emerge como un pilar crítico. Redefine las habilidades y competencias tradicionales para expandir su influencia en la toma de decisiones estratégicas, en la anticipación de tendencias y en la aportación de valor diferencial a las organizaciones.

Durante los casi 6 años como director financiero en Ikusi en México, he sido testigo de cómo las organizaciones han experimentado esta evolución, acelerada por la ya distante pandemia. Este período ha demostrado ser un catalizador para la adopción y adaptación a nuevas tecnologías, implicando un cambio significativo en el conjunto de habilidades requeridas. Según un estudio de PwC, el 63% de los profesionales encuestados anticipan que sus habilidades necesitarán cambiar en los próximos cinco años, un testimonio del rápido cambio al que nos enfrentamos.

Los responsables de las áreas financieras estamos siendo testigos de esa transformación en primera persona. Hemos convertido los datos en la piedra angular de nuestra posición. Nos han abierto las puertas de la anticipación, la capacidad de interpretar tendencias y la predictibilidad, gracias a la utilización de herramientas de visualización, analítica de datos y a la disponibilidad de esta información en tiempo real.

Todo ello ha desembocado en una mayor eficacia en la toma de decisiones, permitiendo a los responsables financieros transformar la incertidumbre en oportunidad.

No obstante, el desafío persiste en cómo las organizaciones nos preparamos y adaptamos nuestros sistemas y herramientas para acompañar esta transformación.

En resumen, la era de los datos no solo ha revolucionado el rol financiero, sino que también ha reforzado su importancia dentro de las organizaciones. La capacidad de adaptarse a nuevas tecnologías, junto con un enfoque proactivo en la gestión de datos y la anticipación de tendencias, no solo mejora la toma de decisiones estratégicas, sino que también posiciona al rol financiero como un actor esencial para la innovación y el éxito empresarial en el siglo XXI. Una conclusión a la que sumaría la necesidad de trabajar en la cercanía y el entendimiento del negocio de los clientes como dos pilares fundamentales para que el rol financiero adquiera una nueva dimensión.

Artículo de opinión de Luis Rodríguez

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