El reto de la simplicidad, haciendo sencillo lo complejo
No deja de resultar curioso el diferente significado que le otorgamos al adjetivo simple. Si lo utilizamos para calificar a una persona, adquiere connotaciones negativas. Sin embargo, si lo acompañamos de algún elemento, por ejemplo, de uso cotidiano, adquiere una perspectiva positiva. De hecho, la simplicidad y la sencillez son las características que más se valoran de algunas de las ideas que más éxito han tenido en los últimos años.
¿Hay algo más fácil de utilizar que Google, un iPhone, el WhatsApp…? La respuesta es evidente. Sin embargo, su simplicidad y su sencillez de uso esconden una tremenda complejidad y, por supuesto, infinitas horas de trabajo y creatividad de equipos de primer nivel.
El equilibrio entre la sencillez y la complejidad constituye todo un reto. Tenemos que ser capaces de ofrecer a los clientes herramientas y soluciones en apariencia sencillas, pero que les permitan gestionar entornos complejos.
Ikusi ha realizado un importante esfuerzo en este sentido en los últimos años desarrollando una nueva oferta en los múltiples entornos y sectores en los que opera. Una diversidad en la que, sin embargo, siempre se percibe una misma voluntad: proporcionar soluciones tecnológicas que satisfagan las necesidades de los operadores de estos sectores. Bajo este foco operan todos y cada uno de los negocios de Ikusi. En realidad, es lo que proporciona sentido a las diversas actividades de Ikusi.
Hoy el valor añadido de nuestra compañía pasa por desarrollar soluciones en torno a la adquisición y el análisis de datos que permitan incrementar la competitividad de nuestros clientes. El denominado “Big Data” es ahora un elemento diferenciador, pero en uno años se convertirá en un estándar, como ha ido ocurriendo con otros tantos activos que han ido perdiendo su carácter estratégico. Tenemos que estar atentos a esos cambios que se producen constantemente en nuestro entorno. Estamos obligados a tener capacidad de reacción y a no tener miedo al cambio. Pero siguiendo nuestras propias reglas: trabajando la complejidad en “casa” para que los clientes se beneficien de la “sencillez” de nuestras soluciones.