El correcto balance entre seguridad y funcionalidad.

La protección en capas o protección a profundidad es un modelo clásico para diseñar sistemas de seguridad colocando diferentes grupos de obstáculos con el objetivo de resguardar la integridad de un activo.

Todas las capas son diferentes en cuanto a los elementos que las conforman, la idea es que el adversario se encuentre con una variedad de estructuras y tecnologías que lo obliguen a desistir del ataque o que otorguen a la fuerza de respuesta el tiempo necesario para llegar al sitio y neutralizar la acción. Mientras más capas de protección existan alrededor del activo, menor será el riesgo.

La protección en capas es efectiva cuando se integra a procedimientos de seguridad bien diseñados: se restringen puntos de acceso, la movilidad en áreas es controlada, los obstáculos estructurales y las medidas mecánicas hacen difícil penetrar la instalación. La aplicación de este principio es ideal para edificios de gobierno, prisiones, bases militares y cualquier infraestructura en donde el potencial adversario debe ser alejado del activo.

Pero, ¿qué sucede cuando el activo debe ser expuesto al público? Este escenario se presenta en lugares como museos, tiendas departamentales, galerías de arte y en sitios arqueológicos (por mencionar algunos). Estas organizaciones dependen de exhibir sus piezas o artículos al público para generar ingresos y mantenerse operativos.

Un diseño de protección incorrecto puede afectar la experiencia del cliente, reflejándose en caídas de ingresos. Un experto en seguridad física sabe que el sistema de protección para una galería o un museo deben estar en sintonía con la arquitectura del sitio, los sistemas de seguridad deben ser discretos y monitorear de forma efectiva los activos.

Sería bastante incómodo pasar por un control riguroso cada vez que se ingresara a una sala dentro un museo, pero también sería desastroso el que una obra de arte invaluable fuera dañada o sustraída por un deficiente diseño de la seguridad física.

Una delgada línea separa las soluciones de seguridad funcionales de las restrictivas, es por ello la relevancia de contar con expertos al momento de diseñar un sistema de protección física. Cada organización es diferente en su misión, cultura, activos y tipo clientes, estas variables deben reflejarse en el diseño de las medidas de protección a implementar.

La vertical de seguridad de Ikusi está integrada por profesionales en seguridad física y electrónica, cuya experiencia permite crear soluciones de protección alineadas con la naturaleza de cada negocio. Desde la consultoría hasta la implementación, nos aseguramos que las soluciones entregadas reflejen “el correcto balance entre seguridad y funcionalidad”.

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