
Edge computing: ¿Qué es y cuál es la diferencia con cloud computing?
Con el surgimiento y popularización de las herramientas de transformación digital, es normal que algunas personas se sientan abrumadas y confundidas con la inmensa variedad de conceptos, soluciones y productos que componen esta tendencia: dentro de esos tantos, se encuentra la edge computing, normalmente confundida con la cloud computing.
Los millones de equipos, dispositivos y los miles de empresas —cuyas funciones dependen de diversos SaaS— son una fuente constante de recolección de información que, por lo general, no aprovechan. Por ejemplo, mucha de esta se envía a la nube, en donde los centros de datos la ordenan y almacenan para obtener algunos insights. Sin embargo, la gran mayoría se pierde en el olvido.
Esta «pasividad» es precisamente lo que la edge computing pretende cambiar.
En otras palabras, esta filosofía aplicable en escenarios y etapas de los negocios e industrias aporta autonomía a todos los dispositivos para transformarlos en algo más allá de lo que son.
Ahora bien, quizá estas palabras resulten confusas para algunas personas y, por ello, vamos a definir el concepto que nos cita en este contenido para que luego se desprenda la solución de ese posible enredo que tengas en este momento.
¡Presta atención!
¿Qué es edge computing?
La computación frontera —edge computing— es un paradigma informático que lleva la computación y el almacenamiento de datos hacia un estado donde se puedan optimizar los tiempos de respuesta y se ahorren los recursos para que esto sea posible.
Para empezar, la edge computing se remonta a finales de los años 90 como una alternativa para distribuir el contenido web y multimedia a través de servidores cercanos a los usuarios.
Luego, este concepto y utilidad evolucionó para guardar la información de aplicaciones y servicios digitales en servidores específicos llamados edge, lo cual convirtió a la edge computing en algo mucho más popular y aplicado por empresas de todos los sectores. Debido a esto, las primeras soluciones almacenadas en edge computing fueron:
- Carritos de compra.
- Motores de inserción de anuncios para web.
- Localizadores.
- Generadores de datos instantáneos, entre otras.
A partir de ello, surgió la famosa informática perimetral que brinda una flexibilización de la tecnología de virtualización y que facilita la implementación de grandes grupos de aplicaciones, muchas de las cuales son imprescindibles para personas, empresas y organizaciones.
Por eso, podemos decir con toda seguridad que la edge computing es una ramificación de la transformación digital y del internet de las cosas que permite ejecutarse en la ubicación física del usuario, en la base de datos o muy cerca de esta: cuando se ejecutan estos servicios cercanos al individuo y al dispositivo, los servicios logran desarrollarse con mayor rapidez, además de proteger los datos y optimizar la flexibilidad de la nube —cloud computing— híbrida.
Importancia de la edge computing
Si hasta ahora no puedes visualizar la relevancia de este concepto y herramienta dentro de tu organización, ¡no te preocupes! A priori, es difícil para algunas personas vislumbrar lo que esta solución puede hacer por sus compañías.
Para ilustrarlo mejor, te plantearemos un ejemplo real con la realidad aumentada:
Por lo general, esta tecnología depende íntimamente del ancho de banda y la latencia del servicio, es decir, su funcionamiento está anclado al hecho de que el servicio de internet y la rapidez de comunicación entre el servidor y el dispositivo sea veloz. Si esto no sucede y se dan velocidades bajas de potencia, la capacidad de lograr experiencias realmente envolventes e inmersivas desaparece en un instante.
¿Qué puede hacer la edge computing en este caso? Permite descargar directamente a la nube partes cruciales del proceso que consumen muchos datos durante la ejecución para reducir la carga de trabajo y favorecer la experiencia.
Otro ejemplo claro de la importancia de este recurso es la implementación de estas funcionalidades dentro del internet de las cosas en coches modernos. Si estás al tanto de las últimas novedades del área, sabrás que corporaciones como Telsa ya comercializan autos que pueden «manejar por sí solos»: gracias a la edge computing. Estas máquinas pueden acceder a información para procesar datos y tomar decisiones en tiempo real rápidamente y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de los pasajeros.
Todo esto provoca mejoras significativas de la transmisión de la información, la optimización del servicio y en el traspaso de los datos sensibles de las empresas y las personas.
En efecto, las empresas pueden apoyarse en esta tecnología para disfrutar de mayor flexibilidad y un ahorro considerable en sus costos al mantener la potencia informática cerca de sus operaciones y, en el caso de funcionar en varios sitios a la vez, poder suministrar independencia al sectorizar los sistemas sin depender de la matriz para proveer servicios.
Con todo lo dicho hasta aquí, quedan más claras las diferencias que existen entre esta herramienta de transformación digital y los recursos de la cloud computing.
De todas maneras, hablaremos en detalle sobre ambas inmediatamente.
Edge computing vs. cloud computing
Para distinguir ambos conceptos, es necesario definirlos.
En principio, la cloud computing se conceptualiza como la capacidad de consumir SaaS o software como servicio de proveedores a demanda mediante el pago de lo que se utiliza y nada más. Actualmente, muchas soluciones encajan en esta categoría, por ejemplo:
- Almacenamiento remoto.
- Aplicaciones móviles.
- Bases de datos, entre otras.
Ahora bien, la edge computing —como ya señalamos en este post— se centra en optimizar los recursos y procesos de la cloud computing para acortar los tiempos de respuesta y mejorar la experiencia de usuario.
En virtud de lo que acabamos de explicar, podemos afirmar que la diferencia sustancial entre ambas tecnologías es, precisamente, el tratamiento de los datos.
Por un lado, la cloud computing almacena toda la información que se recibe y, por otro, la edge computing filtra dichos datos dentro del flujo y solo permite el paso de aquellos que son realmente relevantes para el objetivo del usuario.
Asimismo, la tecnología edge permite independizarse de los centros de datos y agilizar el tráfico de información para optimizar los procesos que favorezcan a los usuarios.
Fog computing
Existe otro término íntimamente relacionado con la edge computing y que se usa cada vez más: la fog computing o niebla.
En el año 2015, Cisco reveló un white paper en el que mostró el poder que tiene esta plataforma de extender la nube para «acercarla» a los lugares donde se ejecutan los procesos, un concepto muy similar a la edge computing.
Esta niebla se acciona a través de dispositivos de internet de las cosas y conectividad a internet y se convierte en una especie de nodo o punto de intersección de datos: de esta manera, permite que los centros de datos en la nube puedan delegar parte de sus obligaciones a dispositivos de edge computing a través de la niebla, cuya plataforma define los requisitos y analiza las necesidades en este punto del ecosistema digital.
En otras palabras, la fog computing se refiere a las conexiones entre los dispositivos edge y la nube en la red.
Beneficios de la edge computing
Por el hecho de que la nube se ha enfocado en centralizar los recursos y procesos dentro de centros de datos grandes, se abrió la posibilidad de que los recursos se pudiesen compartir con mayor rapidez y eficiencia manteniendo el control de las operaciones.
En este sentido, la edge computing se encarga de aquellos conceptos prácticos donde la cloud computing no puede ejecutarse adecuadamente debido a la falta de los requisitos u obstáculos de la red. Además, «divide» los sitios de almacenamiento de datos en centros pequeños para disminuir la exigencia de la red y evitar las restricciones que ocasionan la deficiencia del ancho de banda.
Un hecho que facilita la transmisión de la información, un elemento que contribuye a la optimización del servicio y, al mismo tiempo,
Todo esto provoca un mejoramiento significativo de la transmisión de la información, la optimización del servicio y contra el traspaso de los datos sensibles de las empresas y las personas.
Dicho de otro modo, los tiempos de carga se reducen a procesos de milisegundos y, aquellos que se ejecutan online, se «acercan» a los usuarios para habilitar la sección de memoria en la unidad de procesamiento central —central processing unit (CPU)— del dispositivo en cuestión para almacenar información temporal y acelerar los tiempos de carga.
Como ves, la edge computing es un proceso necesario —incluso, imprescindible— para la visión de la nube híbrida con el fin de lograr experiencias diferenciadas y favorables para los usuarios, lo que deja en evidencia la gran ventaja que ofrece al establecer dos cargas de trabajo diferentes en diversos entornos para ayudar a llevar este trabajo a ubicaciones físicas y, así, aprovechar al máximo la potencia del ancho de banda.
Sin duda, todo esto simplifica las operaciones de implementación y la administración de las operaciones automatizadas de una empresa, aunque agrega retos de necesidades de infraestructura para abarcar las soluciones informáticas de red y almacenamiento. De todas maneras, ¡vale la pena!
Esperamos que este contenido te haya servido para comprender mejor qué es la edge computing, su importancia, sus beneficios y sus diferencias con la cloud computing.
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